Javier Mascherano seguirá vinculado al Barça hasta el 30 de junio del 2019. El futbolista argentino, uno de los pilares para Luis Enrique en sus primeras temporadas en el banquillo del Camp Nou, estampará la firma en un nuevo contrato que satisface sus expectativas. El acto protocolario del próximo lunes a las 13h tendrá lugar en las oficinas del club y contará con la presencia del presidente Josep Maria Bartomeu, quien ya prometió durante el verano que el jugador seguiría porque «está encantado en el Barça».

Aún así, Mascherano no estaba plenamente convencido de empezar esta temporada de azulgrana. Tenía ofertas (una muy importante de la Juventus) y su situación personal con una condena por fraude fiscal, lo empujaban a buscar una salida. El secretario técnico Robert Fernández viajó hasta Estados Unidos para verse con el jugador mientras este estaba disputando la Copa América con la selección argentina. La visita de Robert tuvo efecto y le arrancó el compromiso de seguir al jugador. Esta mañana, se ha hecho oficial la extensión del vínculo entre el Barça y Mascherano.

Indiscutible reciclado

Llegó a Barcelona en 2010, consagrado en Inglaterra y como capitán de Argentina. Pero lo hizo con un discurso más humilde que el de un juvenil que sube al primer equipo: «Sería un estúpido si pensara que lo jugaré todo. Soy consciente que a mi posición hay tres campeones del mundo. Estaré preparado para cuando me toque y espero aprender de Pep Guardiola».

Pasaron pocos meses para que Mascherano viera claro que no se ganaría la vida en medio del campo. En un ejercicio de humildad y compromiso, el jugador argentino se convirtió en una alternativa de garantías para el eje de la defensa. Su excelente rendimiento lo ligaría, hasta hoy, a la posición de central. Estos son sus números.

Esta temporada empieza de manera diferente a las seis anteriores. La secretaría técnica ha conseguido fichar un central joven y de garantías. Samuel Umtiti será la competencia directa de un Mascherano que tendrá que reinventarse de nuevo para poner las cosas difíciles a Luis Enrique.