El comienzo de la Copa Argentina, que se tenía previsto para mediados de enero, se convirtió en incertidumbre por una grave situación económica que ataca a la mayoría de los clubes de fútbol del país, así lo informó la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) a través de un comunicado. En el comunicado, el Consejo Federal del Fútbol Argentino de la AFA (organismo que rige a los equipos provenientes del interior del país) explica que la suspensión se debe a la carencia de recursos por parte de los clubes de esa región.

Sin embargo, los altos ejecutivos de la AFA han explicado a los medios que la medida en realidad es una decisión tomada para protestar por parte de los clubes, que viven una situación grave a nivel económico desde hace varios meses, que ha forzado a muchos equipos a no iniciar la pretemporada. Se trata de un contexto fuera de lo deportivo que ha limitado la vida deportiva del fútbol argentino. La primera fase del torneo nacional posee un compendio de catorces equipo de tercera división del interior de Argentina ( Torneo Federal A) y 32 de la división interior, para conformar un total de 46 equipos, de los cuales clasifican 11 para la siguiente fase del torneo.

Primeras impresiones

La importancia de no detener el fútbol Argentino radica tanto en el ámbito deportivo como el social. El deporte rey es la tradición argentina por excelencia. Detenerlo significa una consecuencia cultural negativa. El factor económico influye desequilibradamente en el fútbol argentino.

Por una parte los grandes equipos poseen arcas considerables de dinero y los pequeños equipos viven estas situaciones fuera del ámbito deportivo que influyen directamente en el rendimiento y desarrollo de los jugadores de fútbol profesional. Se espera que todo se pueda solucionar lo más rápido posible porque no se puede entender que un país con la tradición futbolística de Argentina vea su mayor competición detenida por falta de capital.